Galindo y Nieto exigen la dimisión del Alcalde de Boadilla y del concejal responsable del acoso laboral a una testigo del Caso Gurtel

La sentencia conocida ayer no deja lugar a dudas estableciendo que el concejal popular "era plenamente consciente de la situación (de acoso) y, dada, su posición, completamente responsable de la misma". La sentencia considera como hechos probados frases del concejal dirigidas a la empleada municipal como "quieren que te canses" o tan explicitas como "que había recibido instrucciones de parar el plan para que no lo hiciera Ana Garrido". Tras quedar probado así el acoso el concejal responsable no puede permanecer ni un minuto más en su puesto.

La sentencia conocida ayer no deja lugar a dudas estableciendo que el concejal popular "era plenamente consciente de la situación (de acoso) y, dada, su posición, completamente responsable de la misma". La sentencia considera como hechos probados frases del concejal dirigidas a la empleada municipal como "quieren que te canses" o tan explicitas como "que había recibido instrucciones de parar el plan para que no lo hiciera Ana Garrido". Tras quedar probado así el acoso el concejal responsable no puede permanecer ni un minuto más en su puesto.

Además, estas frases probadas según la sentencia, exigen también la dimisión del alcalde. Una dimisión inevitable por tres razones. En primer lugar el alcalde no investigó el caso pese a que la empleada se lo expuso en febrero de 2013 tal y como acredita la sentencia. En segundo lugar Antonio González Terol ha negado siempre que hubiera acoso, descalificando y amenazando con querellas, no solo a la empleada acosada sino a toda la oposición, por preguntar por este asunto en el pleno de septiembre de 2013. Por último no se ha explicado quien es la persona o personas de las que había recibido instrucciones el concejal tal y como estable también la sentencia.

Los hechos ocurridos en el Ayuntamiento de Boadilla son de extrema gravedad desde un punto de vista democrático, y suponen otro escándalo intolerable en una de las Administraciones Públicas foco de la corrupción nacional y coloca al Ayuntamiento de Boadilla otra vez en la crónica negra de sucesos. Además este acoso supondrá un coste de 96.000 euros para el consistorio que debería ser asumido por los responsables y no por todos los vecinos.

“Nosotros conocemos el calvario que ha pasado la trabajadora municipal y así lo ha reconocido la sentencia. No solo lo conocemos nosotros, sino muchos cargos del PP” declara el Portavoz de APB, Ángel Galindo.

"Cualquier caso de acoso es inaceptable, pero este caso es especialmente grave por ser una de las testigos que contribuyeron a destapar el caso Gürtel. Este nuevo equipo de gobierno pretende estar limpiando el municipio de las consecuencias del caso Gürtel pero esta sentencia pone en
evidencia que en lugar de apoyar a los testigos del caso se les acosa y persigue", ha declarado el Portavoz del Grupo Municipal Socialista Pablo Nieto.