Medio Ambiente

Las altas temperaturas adelantan la proliferación de la oruga procesionaria

3 de Febrero de 2016. 18:00
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Son numerosos los avisos de los vecinos que han detectado ya estos 'bolsones' de oruga procesionaria tanto en parques públicos como en propiedades privadas. Y es que, las altas temperaturas del invierno han favorecido y adelantado la colonización de este insecto, que puede ser peligroso para humanos y mascotas.

Son numerosos los avisos de los vecinos que han detectado ya estos 'bolsones' de oruga procesionaria tanto en parques públicos como en propiedades privadas. Y es que, las altas temperaturas del invierno han favorecido y adelantado la colonización de este insecto. Las bolsas que aparecen en los pinos contienen las larvas de las futuras orugas que descenderán al suelo en forma de procesión (ligadas entre sí).

La orugas procesionarias no parasitan ni pican directamente, si bien, conllevan peligros serios para el ser humano y sus mascotas por el eventual contacto o exposición a sus “pelos” urticantes.

Cada oruga dispone a lo largo de su cuerpo de unos 500.000 pelos especiales que asemejan a pequeños dardos o flechas envenenados. Su pequeño tamaño y el hecho de que puedan desprenderse con facilidad implica un riesgo importante de urticaria no sólo por contacto directo sino también vía aérea a través del efecto de corrientes de viento.

PELIGROSA PARA LAS PERSONAS, MORTAL PARA LOS PERROS

El contacto de los dardos con los humanos y mascotas suele desencadenar reacciones cutáneas locales más o menos llamativas, aunque también pueden dar problemas oculares, bronquiales e –incluso, anafilaxia severa. 

Los niños son la población más vulnerable, ya que la curiosa disposición de los insectos puede incitarles a manipularlos. Por ello, es importante saber y transmitir a nuestros hijos la importancia de no manipular ni molestar a las orugas y/o sus bolsones. En caso de incidente, procede acudir al médico de familia o servicio de urgencias correspondientes.

En el caso de las mascotas, conviene poner precaución en el momento de sacar a pasear al animal, especialmente si se trata de zonas forestales con antecedentes de infestación y si nos encontramos en esos momentos del año (finales de enero-marzo) en los que resulta más probable que existan orugas a nivel de suelo. Según explica el Colegio de veterinarios ICOVAL, los síntomas mas característicos son una inflamación de labios cavidad bucal y cabeza en general, incluso necrosis de la lengua. "El animal empieza con una gran excitación, dolor e intenta rascarse, babeando exageradamente". En cualquier caso, una rápida actuación acudiendo al centro veterinario puede evitar males mayores: "el mayor peligro existe si el contagio ha sido a nivel laringe, por producirse una reacción inflamatoria que puede llegar a asfixiar al animal". 

En todo caso, ante la sospecha de que nuestro perro ha sido afectado por oruga procesionaria, conviene consultar rápidamente con veterinarios de urgencia.

Respecto a los árboles, éstos deberían ser inspeccionados regularmente y, en su caso, tratados precozmente por especialistas en tratamientos fitosanitarios. Puede ser peligroso manipular directamente estos árboles sin el debido conocimiento y equipos de protección. En el caso de árboles de titularidad pública, conviene informar de la presencia de los insectos a los departamentos de medio ambiente correspondientes.

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