Quejas

Desde luego el problema de la política en España no son los políticos, somos los ciudadanos. Es increíble que aún haya gente que crea que todo lo que se hace se le debe a los políticos. En primer lugar, la victoria del partido popular en Boadilla no se debe a unos políticos, se debe a unas siglas, pues me gustaría ver si en una lista abierta hubieran salido algunos ediles y el mismo Alcalde. La gente que ha llegado nueva no conoce la gestión ni a las personas y vota en la dirección en la que lo hace en otras ocasiones, la suerte para ellos fue que eran más del PP que del PSOE. Ya veremos las próximas elecciones que ocurre, pues, si revisas la historia política en Boadilla, jamás han repetido una mayoría absoluta consecutivamente, siempre ha tenido que pactar. Eso dice mucho de un partido y su gestión. Las cosas bonitas que se hacen no las paga el Alcalde ni los Concejales, las pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos. Lo que tendrías que determinar es si esas cosas bonitas se han llevado a cabo con una gestión adecuada. A mi me parecen muy bonitas las rotondas que se hicieron en enero-abril de 2003 y ahora se van a romper para que venga un tren ligero ofrecido en septiembre de es mismo año. Habiendo alternativas como hay, ¿crees que es una buena gestión?. Yo, en política, distingo lo fácil de lo difícil. Lo fácil es hacer cosas bonitas teniendo un presupuesto como el que tenemos. Cualquier partido que hubiera estado en el poder lo hubiera hecho. Lo difícil, en política, es que el poder no se te suba a la cabeza y te haga creer estar por encima del bien y del mal; lo difícil, es que no creas que estás ahí por méritos propios, por expediente académico o por haber superado un examen de acceso, sino por elección y voluntad de los vecinos y, esto, sólo lo creen tres meses antes de las elecciones cuando se pasean por las calles con cara de no haber roto un plato nunca y poco más que humillándose para poder estar otros cuatro años más; lo difícil, es respetar y atender a los vecinos que no te votan y no coartarlos de su derecho de expresión por medio de sus representantes y en el periódico que pagamos todos los vecinos. Lo difícil, es no utilizar las instituciones públicas y los mecanismos “legales” para colocar a todos tus amigos y afiliados como “personal de confianza” de cuestionada cualificación para el puesto y a pesar de que ello vaya en detrimento del servicio y eficacia que la Administración está obligada a dar y, por supuesto, del principio de igualdad y oportunidad. Lo difícil, es no admitir las propuestas de un grupo municipal en un pleno y tiempo después aprobar la misma propuesta pero esta vez realizada por el grupo que tiene el poder. Y así, muchas más. Yo creo que actitud de un gobierno con su gente tiene dos partes: la burocrática y la democrática. No te voy a cuestionar la burocrática, hay cosa buenas y malas, ¿crees que tienen una actitud democrática?