Carta para un Ayuntamiento sordo y ciego

Carta para un Ayuntamiento sordo y ciego Compré entradas para asistir a una obra de teatro en el Auditorio. Cuando llegamos, resulta que estaban situadas en la última fila, que está preparada para personas con movilidad reducida (sillas de ruedas, carritos...) y es mucho más ancha que el resto de las filas. Al ser muy empinado el auditorio, desde las butacas no se veía el escenario. Reclamé allí pero no había ningún "responsable" ni "hojas de reclamación" disponibles y nos tuvimos que marchar sin ver la obra. Reclamé después al ayuntamiento y no me contestaban. Volví a enviar en varias ocasiones la reclamación y, un año después, recibo la contestación de dña. María de los Ángeles Martínez (Concejal Delegada de Educación, Cultura y otras), en la que me remiten un informe jurídico emitido por el TAG en el que no contestan a nada de lo que yo reclamo. Dado que el ayuntamiento tarda un año en contestar (después de 3 reclamaciones mías por su silencio), me manda un informe lleno de citas a leyes y con lenguaje técnico incomprensible para personas que no somos abogados, y me contesta literalmente que "2. La reclamante tenía derecho a contemplar el espectáculo al haber adquirido previamente las entradas en los asientos 1,2,3 de la fila 17 del auditorio" y después me deniegan mi reclamación. Dado que el ayuntamiento tiene una actitud absurda de intentar callarme la boca y apabullarme con su despliegue de medios (abogados, concejala...), les diré que, soy solo una simple ciudadana, pero, les recuerdo que, junto a otros muchos simples ciudadanos como yo, les pagamos sus sueldos. También quiero recordarles que es de buena educación contestar a lo que te preguntan y no a lo que te de la gana (yo les reclamo que las butacas no tienen visibilidad y ellos me contestan que tengo derecho a ver el espectáculo porque he comprado unas entradas??. Por cierto, mido 1,75 cm, no soy bajita...). También es de buen profesional ser diligente en su trabajo y no es aceptable para nadie, y menos para un ayuntamiento, tardar un año en contestar. Quiero recordarles que los asuntos también se pueden resolver hablando, es más rápido, más efectivo y más humano (yo lo intenté el día del teatro, pero me dijeron que no había ningún responsable y no me podía atender nadie). Yo les he indicado mi teléfono en cada reclamación, pero no lo han usado. Les diría muchas más cosas sobre la impotencia que siento ante este asunto y al darme cuenta que me he molestado todo este tiempo intentando que no sigan vendiendo butacas sin visibilidad y que no continúen timando a nadie más, y lo que he obtenido es "el desprecio y el intento de humillación" del ayuntamiento. Pero no se preocupen, la última palabra no la tienen ustedes (señores del Ayuntamiento), la tenemos los ciudadanos que todavía podemos elegir si volvemos a comprar entradas para espectáculos en Boadilla y si queremos que continúen gobernándonos personas con baja o nula sensibilidad y empatía (todavía estoy esperando unas simples disculpas), que solo buscan hacer espectáculos para figurar y no para disfrutar. Atentamente, Carmen S